14 nov 2012

La Carta Negra


Apreciado Lector,

Está apunto de leer una carta que está dirigida a todo mundo y nadie. Si usted se siente aludido en algún momento es mera coincidencia pues los sentimientos que está apunto de absorber con sus ojos son solo la expresión más negativa que nace del lado más oscuro e inconformista de mi alma. Le pido disculpas de antemano si se siente ofendido por mi lenguaje soez y agresivo. Sin embargo, quiero que sepa que mi intención es desahogarme más no atacarlo directamente. Tampoco quiero ser juzgado o sentenciado a juicio divino solo por ejecutar una sana practica de la salud psicológica.  Lo que está apunto de leer no es más que la mera expresión de un ser humano multifascético como todos los demás.

En virtud de mi libertad como hombre de pensamiento moderno, hago participe al lector, que a este punto ha decidido seguir leyendo, mi más eterna gratitud por la comprensión que mi brinda al continuar paseando sus ojos sobre estas líneas.



Me he cansado un poco de ser tan complaciente con personas que sencillamente no lo merecen. “Hipócrita” espetará alguno de mis lectores sin embargo, dar mis explicaciones por lo cual no he dado un buen escarmiento a quienes lo merecen,  no es el asunto de esta carta.

Antes de explicar mi premisa, quiero que sepan y tengan claro que soy un ser humano consiente de los demonios y maldiciones que mi condición humana me impone. No soy ninguna divinidad para tomarme el atrevimiento de sacar la espada de Miguel y purgar a los condenados. Mi arrogancia, como ser terrenal, no llega a ese punto pero si me siento en la capacidad de sacar una pluma y acuchillar con su punta entintada a todo aquel que por aludido se dé en esta carta, la cual se oscurece con cada gota de sangre coagulada de los que se sientan apuñalados por mis palabras.

Mi corazón empieza a latir con furia cuando observo como aquellos descarados no dejan de jactarse de sus atributos, mis venas se hinchan cuando uno de estos niñitos levanta la voz de forma desesperada para llamar la atención cual bebes llorando por comida, mi ceño se frunce cuando ciertos sujetos tienen la osadía de irrespetar con mentiras a las autoridades que los rodean. Las palabras de odio se atoran en mi garganta cuando observo con asombro el egoísmo y desfachatez con la que algunos piden que las cosas le caigan del cielo o por milagro divino de papi y mami.

Si, a ti te estoy hablando, esas personas que no tienen los huevos u ovarios suficientes para afrontar las cosas de la vida; por más que su cédula indique permanentemente todos los años que han pasado desde que dejó de ser un niño. Esas personas que se creen dueñas del universo les recomiendo (si es que tienen algo en la cabeza) que se miren cualquier documental sobre el espacio sideral a ver si por lo menos logran dimensionar lo insignificantes que son y de esta forma empiezan a valorar (si es que saben que significa tal palabra) y le dan un poco de igualdad al que tienen al lado.

No existe cosa que más desagrade a mí ser, que perturbe mi paz  o que  desgarre mi tranquila esencia que la injusticia. Aunque sienta que a la dama de la justicia hay que quitarle un poco la venda, si creo en su espada, que se mueve con autonomía propia. El problema es que a veces siento que esa espada se mueve demasiado lento…me gusta pensar que esa mítica arma se toma su tiempo para ubicar el punto más doloroso de ese injusto para después estocarlo de forma definitiva y radical:  "O mueres o te arrepientes" diría yo si tuviese la espada en mis manos mientras presiono el filo de la justicia sobre ese infame.

Llámenme sobre moralista, pero ¿Donde quedaron los valores? ¿La Disciplina? ¿El Honor? ¿El respeto? ¿La Humildad? Y tantos otros que ahora mi furia no me permite recordar. En definitiva,(y aunque suene sádico y desalmado) estos desvalorizados solo aprenden con sangre producto de golpes que le dé la vida. Algunas madres lloran porque sus supuestos hijos con una supuesta areola en la cabeza serán sometidos a regímenes militares. Me digo yo, ¿Qué sería de este mundo sin un régimen que permita estrellar contra el suelo de la realidad a todos esos inmaduros que se pudren en su orgullo y arrogancia? Empiezo a creer que la milicia es parecida  a las especies de animales que controlan  plagas y pestes. Todos esos malcriados deberían ser reclutados solo por su comportamiento, para ver si con la sangre de sus compañeros empiezan a valorar sus vidas y la de los que los rodean, para saber si solo así es que pueden dimensionar los pequeños que son.

Vivimos en un mundo de excusas donde los cobardes se esconden detrás de cualquier circunstancia insignificante para evadir las culpas y no sentirse "mal" por haberla cagado.  No sea tan descarado de tirar la piedra y señalar al que tiene al lado, sea varón o hembra berraca y ponga el pecho a la situación, no sea tan guevon  y muera con honor, si es que su culpa fue tan grave como para matarlo. ¡PAGUE POR SUS MALDITOS ACTOS! No sea tan conformista de seguir la lógica del “Ay si no me reclaman por lo malo que hice, pues sigo con mi vida como si nada” ¿Donde quedo la bendita consciencia que se supone nos diferencia de las bestias?

Veo con asco como algunos han desarrollado la desagradable costumbre de culpar a otros por sus actos y como estos que son culpados se limitan a callar por que la nobleza de sus corazones o el amor que los enlaza a su inquisidor no les permite detener la guillotina de ese verdugo,  quien no duda en cortar la soga sin importar los sentimientos tan buenos que han desarrollado sus decapitados. Esos que están a punto de morir injustamente, aun cuando el frío metal les toca el cuello, siguen con la esperanza de que el verdugo que tanto respeta los salve de su destino. Destino que tristemente no cambia porque vale más el que dirán y el orgullo para no rebajarse frente a los demás, vale más el interés personal que el honor y la transparencia.

¿Acata usted las decisiones de sus superiores? ¿Tiene usted algún respeto por su hermano o hermana? ¿Sabe usted  si quiera que signifique la palabra autoridad? Deje de engañarse a si mismo, saque su alma podrida, y purifique el alma tan egoísta e hipócrita que ha desarrollado hasta este punto. Me duele ver como la única forma de detener a estos infames es sacándole factura de lo que se ha hecho por el o ella…pero en vez de reaccionar, recapacitar y bajar la cabeza por lo desconsiderados que han sido solo sacan la expresión “No me eches las cosas en cara” PUES DEBERÍAN ECHARLE ESO EN CARA Y MÁS. Definitivamente, no hay derecho a que otros respondan por las culpas de un arrastrado cobarde y manipulador aferrado a la vida o al buen nombre. Son similares a garrapatas que se niegan a desprenderse de su huésped.

Aún está a tiempo, deje de depender de los demás, salga al mundo y enfréntelo, demuestre de lo que está hecho, asuma sus responsabilidades y hágale frente a las consecuencias de sus actos. Deje de ser tan cobarde de dejarle el peso de su conciencia a los que no lo merecen , camine a paso firme en medio del bosque de peligros y deje de esconderse tras los arboles…el que nada debe nada teme. No le tema a la muerte, recuerde que es el mayor incentivo para seguir viviendo. Esa furia que ha descargado y el mal humor con el que ha tratado a sus semejantes úsela contra aquellos que lo quieran tener como un discapacitado o como un “Bebe”. Tenga sentido común y agrade a quienes convive de vez en cuando, usted no es el único que vive en esta tierra y nadie está en el derecho de pordebajear a nadie por lo que sea que haya hecho. Valore lo realmente importante y luche por la justicia aun cuando usted deba hundirse en el lodo y pagar por algo que haya hecho…eso se llama ¡HONOR!

No sea arrogante y acoja la humildad disculpándose con las personas a las que usted ha señalado injustamente. Déjese amar y deje que el mundo lo quiera, deje de andar encerrado en su burbuja de inmadurez infantil donde todo lo tiene. Luche por sus cosas y no joda tanto a su familia que ya mucho hicieron con darle la vida, cuidarlo y educarlo con valores. A usted le debe dar pena siquiera pedir mil pesos , no haga pataletas o ponga mala cara porque no tiene lo que quiere como decía un familiar “Si en la casa hay mierda para comer todos comen mierda”. Si lo quiere tanto algo, luche por ello, obténgalo y tenga el orgullo de decir “Esto es mio” y no decir  “Esto me lo dio mi papi y mami” créame que con cédula en mano se le escucha ridículo.

Por último, no subestime a sus prójimos y mucho menos a los de su familia porque como decía un sabio humorista “El que fue tenido a menos, fue quien al final dio la cara por la familia”. Mi amigo Ordoñez también se refirió a los padres que también tienen culpa en todo esto: “No tengan preferencias con sus hijos porque UNO NUNCA SE IMAGINA QUIEN LE VA A CUIDAR LA VEJEZ

PD: No soy un sobremoralista, solo un sujeto enojado y triste por el rumbo que está tomando la humanidad.
PD2: Disculpen las faltas de ortografía y puntuación...pero así es el enojo... desinhibido.

ATT: Conde

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