Juegos De Guerra [12]

Capitulo 12: " El Ascenso"

La destrucción que dejó la gran lluvia de fuego, dejó un gris e inerte valle lleno de esqueletos carbonizados. Jurgen caminó sobre la destrucción y llegó a una caverna dónde se encontraban sus hermanos de sangre Alfein y Garithos.

-"Mírate, eres todo un hechicero elemental de Fuego" Dijo Alfein en un tono burlón.

-"Que gran poder Jurgen, hemos ganado gracias a ti" Complementó Garithos.

-"Siento que he perdido mi humanidad" se lamentó un desdichado Jurgen.

-"Yo más que nadie entiendo lo que se siente Jurgen, pero es mejor no pensar en ello y considerar que eres un humano superior." Lo alentó Garithos mientras abría la armadura de su caballo demoníaco y lo acariciaba. 

 -"El rey ya se ha ido al castillo y debemos ir a contarle tu gran hazaña, desde la lejanía nos ha convocado a nosotros, los últimos tres guerreros." Dijo El Arquero Hechicero.

Garithos se apresuró a montar a su caballo mientras Alfein concentraba remolinos de viento sobre sus pies. Jurgen levantó sus brazos envueltos en llamas y detuvo a sus hermanos.

-"La piedra no solo me ha dado poder sino conocimientos que me permiten nuevos trucos" dijo Jurgen mientras picaba un ojo.

Sus sorprendidos hermanos quedaron atónitos cuando Jurgen creó un circulo de fuego a su alrededor.  Inesperadamente lanzó unas bolas de fuego a sus compañeros que antes de parpadear se vieron humeantes sobre el tapete carmesí al trono real donde estaba el rey Dalarian esperándolos.

El imponente Rey ni siquiera se sorprendió cuando los tres guerreros aparecieron de la nada en su recinto. Con sus ataviadas vestiduras tomó en sus manos el poderoso elemento que ya no tenía que proteger más...su corona.

El Rey Carmesí levantó su cetro y sin preámbulos anunció:

-"¡Oh mis leales caballeros! Que nuestros Dioses protejan su vida y el destino conserve sus grandes poderes. Alfein El Arquero Arcano y Garithos el incansable caballero demoníaco, hoy los declaro caballeros reales de esta orden"

-"Pero mi Rey..." Intentó refutar Alfein

-"Callad Alfein, hiciste tu trabajo bien y aunque la pena me atormenta hiciste lo que pudiste, Mi Dama Dorada sabía de su muerte y sacrificó su vida para dar paso a un poderoso Sucesor" Sentenció el Rey.

Jurgen arrodillado no quería si quiera levantar la vista y a sus espaldas una gran ovación se escuchaba en la cámara real que estaba llena de sirvientes y guardias reales. El rey volvió la mirada al poderoso Jurgen y habló con más intensidad:

-"Jurgen has demostrado tu valía al convertirte en un poderoso mago elemental de Fuego, y sobre juramento a mi Dama Dorada te otorgo el máximo de los honores"

Los sirvientes descubrieron unas escaleras al lado del Rey dejando ver unas largas escaleras de tapete carmesí con un trono escarlata en la cima, a la misma altura del Rey.

-"Este es tu nuevo trono y otorgo los mismo beneficios políticos para que remplaces a la reina, eres el nuevo comandante de todas las fuerzas militares de este imperio y tu dirigirás cualquier movimiento, serás mi mano derecha Jurgen"

Jurgen no podía creerlo y mientras avanzaba tímidamente sobre las escalaras escuchaba los aplausos y ovaciones del imperio. El ascenso se le hacía cada vez más pesado, sentía como la responsabilidad le empezaba a pesar en el cuerpo con cada paso que daba.


Algo lo inquietaba y por más que le preguntaba a su corazón este solo se limitaba a latir más fuerte. Aunque se hubiese convertido en un poderoso mago guerrero su humanidad estaba intacta en su interior y no dejaba de inquietarle un mal presentimiento, como si al sentarse en ese trono estuviese firmando con sangre su condena.

Continuará...